En nuestros blogs y newsletters hemos dedicado muchas páginas a comentarte lo importante que es escoger buenos alimentos y realizar actividades saludables que ayuden a mejorar tu vida pero… ¿de qué sirve saber cocinar perfectamente la quinoa si, después, te la comes en dos minutos, de pie y apoyada contra la lavadora que está a punto de acabar?
Los ingredientes saludables que siempre te descubrimos, las técnicas de cocción más respetuosas con el producto, las combinaciones y platos más saludables y, por supuesto, todas las actividades físicas de las que siempre hablamos, son esenciales para disfrutar de una salud de hierro… pero, también lo es, sin ningún tipo de duda, el entorno en el que integramos esas actividades. ¿Te imaginas ponerte a hacer una sesión de yoga en medio del túnel del metro de Passeig de Gràcia? Difícil, ¿no?
El entorno es un elemento clave en nuestro bienestar y salud, pues es fácil comprender que no es lo mismo vivir en medio del campo, con una calidad de aire y contaminantes mínimo, que en una de las ciudades más pobladas y contaminadas del mundo. Pero aunque el macroentorno juega un papel clave, también lo juega lo que podríamos llamar “microentorno”, es decir, ese entorno más cercano que puede incluir dónde realizamos nuestras comidas (cocina, salón, comedor), cómo el mismo está configurado y decorado (sillas, mesas…) y, también, la compañía con la que la realizamos.
Un entorno ordenado ayuda a nuestro estado de ánimo y reduce el stress, de manera que, ¡empieza eliminando todo aquello que tengas a montones en tu casa! (este tema lo vamos a tratar en futuros blogs y newsletters, ¡porque da para mucho!). Por esta razón, en nuestros restaurantes, verás que cuidamos los espacios con locales con mucha luz, plantas que mejoran nuestro estado de ánimo y con el uso del máximo de productos naturales en nuestra decoración. (En la foto tienes nuestro restaurante de Sarrià).
Una vez ya disponemos de un entorno agradable, debemos encontrar nuestro tiempo. De poco sirve sentarse y disfrutar de un entorno mágico si sólo tenemos 3 minutos para comer. Comer es uno de los actos más importantes que hacemos durante el día y le debemos dedicar el tiempo que se merece, tiempo para saborear, tiempo para masticar, tiempo para disfrutar de esa comida. Y, finalmente, ¿qué mejor que compartir ese rato con alguien? Es evidente que uno busca un mejor entorno y dedica más tiempo a la comida si tiene que compartirlo con alguien especial. Busca esa persona especial y a disfrutar.
Recuerda, ¡come bien, vive bien!